jueves, 4 de marzo de 2010

Las marchas en Colombia no están logrando un cambio significativo


Un forma que ha encontrado el pueblo para demostrar su inconformismo ha sido a través de las marchas que aunque no produzcan el impacto que se quiere, sirve, para mostrar el inconformismo ante un tema. Mario Méndez, estudiante de la Universidad Pedagógica, expresa cuál es el motivo que lo impulsaba a salir a marchar: dice que la constante es buscar un cambio, "estamos cansados de ser ignoren y que pasen por encima de nosotros como si no existiéramos, como si nuestras voces se la llevara el viento".

Humberto Mejía, profesor de la Universidad Central, habla sobre las marchas y dice que éstas, antes de tratar de cambiar una situación o un problema, lo que hacen es producir un poder simbólico que no se basa en la imposición, sino en la provocación. "Llo realmente importante de las marchas es lo que produce el acontecimiento en las personas", dice.

La marcha es la forma más fácil de protestar contra algo con lo que no se está de acuerdo. Pero qué pasa con las vías legales, por qué no acudir a ellas, a los mecanismos de participación ciudadana como lo dice la Constitución de Colombia en su artículo 103, en el sentido de que una persona puede hacer uso del voto, el plebiscito, el referéndum, el cabildo abierto, la consulta popular. Estos son los medios los legales que propone el Estado. Por medio de éstos se da la posibilidad a las personas de mostrar su autodeterminación democrática.

Las personas acuden a las marchas porque es una forma rápida, no se necesita de burocracias ni de requisitos, mucho menos de ser una persona importante, como sucede con los mecanismos de participación ciudadana, afirma Méndez.

Un ejemplo de esto fue lo ocurrido en Colombia con la marcha del 4 de febrero de 2009 convocada por Oscar Morales a través de facebook y medios de comunicación; ésta fue la más grande marcha antiterrorista que se haya hecho en Colombia y en el mundo o las del 6 marzo de 2009 contra los paramilitares y la violencia en Colombia, convocada por Iván Cepeda y el Movimiento Nacional de Victimas de Crímenes de Estado.

Estas marchas lo que hacen es invitar al pueblo a no quedarse callado y demostrar su inconformismo; con estas invitaciones las personas se sienten comprometidas con la causa, salen de sus casas, del trabajo, la universidad, de sus actividades diarias para decir que quieren un cambio.